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Las Crisis y Pérdidas de Nativos Ascendente Leo

Todos hemos nacido con influencias en una zona sombría, que si logramos identificar, podremos canalizar tal energía de mejor forma. Para el Ascendente Leo, Piscis habita la zona de las pérdidas y crisis, una región donde el brillo natural de Leo se ve desafiado.

Piscis, regido por Júpiter, simboliza la disolución, el sacrificio y la pérdida del ego. Leo, caracterizado por su necesidad de protagonismo y reconocimiento, encuentra en esta área experiencias que erosionan su identidad. Aquí, el deseo de ser visto y admirado se desvanece. La energía de Piscis niega cualquier situación que permita a Leo engrandecer su ego. Esta negación puede ser una experiencia transformadora y, a la vez, profundamente incómoda.

El Regente Natal y las Crisis del Ascendente Leo

Al nacer, cada individuo está imbuido de un código de pérdidas que se manifiesta a través de una combinación de energía planetaria y energía zodiacal. Esta interacción se traduce en cómo las personas enfrentan situaciones de pérdida y transformación en sus vidas.

Por ejemplo, si el Regente de la Octava Casa está en un Signo que simboliza la resistencia o el cambio, esto genera un tipo de estancamiento. La manera en que se experimentan las pérdidas puede ser profundamente diferente, que si tal Regente se encuentra en un Signo Mutable.

Así, la Posición de este Planeta se convierte en un factor relevante en la forma en que los individuos procesan las pérdidas. Y además, en cómo estas experiencias influyen en su crecimiento personal. 

Para entender en plenitud las dinámicas de la Octava Casa y su influencia en la vida del Nativo, se recomienda calcular la Carta Natal.

Y además observar la Posición del Regente de la Octava Casa junto al Regente del Ascendente.

Sin embargo, es importante resaltar, que Júpiter en la 8va Casa asociada a las sombras, crisis, pérdidas y transformaciones está en zona de tristeza.

Leo es un Signo de Fuego que entre otras cosas es Significador de vida, alegría, luz, expansión, amor, disfrute. La Creatividad es la máxima de los hijos de Leo. Con Piscis en la zona de las crisis, Leo Ascendente se desconecta de lo creativo. Para conocer más de Ascendente Leo AQUÍ.

Piscis es un Signo Agua regido por Júpiter que es Significador de espiritualidad, renuncia, entrega, clandestinidad, enfermedad, servicio, trágedias, perdidas, etc. Júpiter en la 8va Casa esta en su tristreza, lo que produce en ciertas crisis existenciales interiores a los Nativos de Ascendente Leo. Conozca mas acerca de Piscis AQUÍ. 

El primer choque es el principio elemental entre Fuego y Tierra, siendo que lograr aterrizar las las ideas al plano de la realidad puede ser caótico. Esto puedes entenderlo mejor accediendo a mi post de Dignidades Planetarias AQUÍ. 

Esta información proporciona una visión más clara sobre cómo se manifiestan las pérdidas en la vida de cada persona. Lo que permite un Análisis más profundo de las experiencias transformadoras que enfrentará.

La Astrología Occidental, así como las Ciencias Védicas son una herramienta poderosa para transformar momentos difíciles y encontrar significado en las pérdidas. Si deseas una comprensión más detallada y personalizada, solicita tu Reporte Integral de la Carta Natal, que te brindará información valiosa sobre tu camino y las energías que influyen en tus experiencias de vida.

Pérdida del Control y Crisis en Leo Ascendente

La zona de las pérdidas para Leo también se relaciona con experiencias de sacrificio. Piscis trae situaciones que obligan a Leo a soltar el control y aceptar el flujo de la vida. El reconocimiento que Leo ansía puede no llegar, y en su lugar, encuentra desafíos que afectan su autoestima.

Júpiter, regente de Piscis, amplifica las lecciones espirituales, llevando a Leo a una comprensión más profunda del desapego. Las circunstancias pueden parecer injustas o desgarradoras, pero tienen un propósito evolutivo. Son momentos para soltar expectativas y aceptar la realidad tal como es.

El Sol, regente de Leo, pierde fuerza en la energía de Piscis.

Aquí, el brillo solar se apaga y la confianza de Leo puede tambalearse. Piscis es un signo asociado con la compasión, la espiritualidad y la entrega incondicional. En esta zona, Leo puede experimentar crisis de fe o pérdida de entusiasmo.

Situaciones que antes encendían su creatividad ahora parecen vacías o sin sentido. Este proceso es una llamada a buscar propósito más allá del reconocimiento externo. Es un viaje interno hacia la conexión espiritual y la verdadera humildad.

Piscis también se asocia con grandes tragedias, dolor y experiencias kármicas.

Para Leo, esto significa que las pérdidas pueden ser dramáticas y difíciles de aceptar. Puede sentirse como si el universo conspirara para restarle luz y éxito. Sin embargo, estas pruebas tienen un propósito: despojar a Leo de apegos egoicos. Son lecciones para entender que el valor no se encuentra en la validación externa, sino en el servicio y la entrega. En este espacio, Leo se enfrenta a su vulnerabilidad más profunda. Es un terreno fértil para el crecimiento espiritual, aunque inicialmente sea doloroso.

El tránsito por esta zona también obliga a Leo a cuestionar su relación con el poder y la fama.

Piscis enseña que la grandeza no está en el reconocimiento, sino en la capacidad de disolver el ego. Leo aprende que su brillo natural no siempre es visible y debe aceptar las sombras. El desapego se convierte en una herramienta esencial para sobrevivir estas experiencias. Aceptar la impermanencia de la gloria y la luz es parte del viaje. Piscis, con su energía disolvente, invita a Leo a descubrir un tipo de liderazgo basado en la humildad y la compasión.

Finalmente, las pérdidas que Leo experimenta bajo la influencia de Piscis tienen un objetivo transformador. Son recordatorios de que el ego es temporal y no define la totalidad del ser. Leo debe aprender a abrazar el misterio y la profundidad espiritual. Dejar de buscar validación externa y encontrar satisfacción en servir a un propósito mayor. El proceso puede ser doloroso, pero es esencial para su evolución. Así, Leo encuentra una forma más significativa de brillar, no por ego, sino por el bien común. La zona de las pérdidas se convierte en un espacio de redención y liberación espiritual.